jueves, 14 de mayo de 2009

Valencia 2009: Final de Copa del Rey

Qué bien me lo he pasado en Valencia. Qué bien nos lo hemos pasado en Valencia. Sin ninguna duda, va a ser inolvidable.

Martes 12: en la oficina sólo se habla de futbol, concretamente de la expedición que nos íbamos a marcar “El morito” Astorga, Txerra “El Consorte”, Natxo “Tamariz”, Aitor “The Leader”, Kike “más love que nunca” y yo.

Nos ponemos en marcha. 1ª para comer las tortillas del Fuentene (incluyendo una de odolosta) a mitad de camino… bueno, casi: ¡en Arrigorriaga!

Continuamos. En los coches ya vamos caracterizados con los atuendos de nuestros equipos. Tan sólo una parada técnica más en Zaragoza para tomar unas birras y echar gasofa. Próxima parada: Valencia.

Eso es lo que creíamos, ya que llegando a la capital del Turia apareció un improvisado protagonista. Por su ausencia de humanidad y por la mala leche podía haber sido Terminator, pero éste venía del futuro y nuestro protagonista venía de tiempos pretéritos. Se trataba del GPS de Astorga. No contento con no reconocer la mitad de los trayectos de autovía, nos avisaba las salidas a toro pasado. ¡La de veces que elucubramos con la antiquísima profesión de su madre! No contenta la srta. del GPS con todo esto, resulta que se alía con Juan Tamariz para hacernos protagonizar “Cañas y Barro II” en unas acequias y pistas de tierra cercanas a la autopista. Una vez que retornamos al entorno urbano, marcamos nuestro territorio como buenos leones con una meada múltiple en una barriada junto a las vías del tren.

De ahí al Hostal El Rincón fue coser y cantar… estuvimos cosiendo y cantando 1 hora porque entrar en la parte vieja de Valencia está reservado a profesionales de “Al Filo de lo Imposible”. Nosotros lo hicimos por cojones.

Siguiente objetivo: la Carpa del Bilbao (pequeño homenaje del escritor a los nativos de Valencia). Mazo de peña, concierto de Tequila, kalimotxo y birra,… y todo en clave rojiblanca. Hacia la 1h00 subimos hacia la zona de bares-pubs. De nuevo chocamos con la falta de preparación: en un par de horas no quedaban ciertos rones ni coca-colas. Tras dar la nota colorista, decidimos peregrinar hacia nuestros aposentos. Astorga, Natxo, Ibon y yo alargamos un poco más la noche migrando a otra zona en la que pudimos sacarnos una foto interesante. La historia fue así: ¡mira quien está ahí! ¡Hombre Eskurza, fírmanos la bandera! Porque nosotros te conocemos de siempre, siempre te hemos seguido, bla, bla, bla,… el tío firma y miro y le digo “pero si aquí no pone Eskurza” y salta él y dice “Hombre, es que yo soy Lakabeg!!” De ahí pa kelly… no sin degustar unos durums dignos del mejor Martín Berasategui turco.

Miércoles 13: buen tiempo, pantalón corto y elásticas futboleras. Desayuno en la terracita de la plaza. Visita a la carpa donde nos encontramos con Jaime y Verónica. Mucho ambiente desde la mañana. El kalimotxo y la birra vuelven a reclamar su protagonismo. No nos negamos.

En un par de horas, Astorga nos organiza una marcha en 3 taxis hacia la zona de la playa donde habíamos reservado una Paella Valenciana en el Miramar, frente al mar y la playa. Risas todo el trayecto con el taxista y vacilando a todo dios por la ventanilla con las banderas y txapelas. Para la vuelta otra anécdota. Llama Jose Manuel a Radio Taxi Barcelona y pide 3 taxis para el Miramar y le preguntan “¿eres Astorga?” Hala, dejando huella!! “Llevadnos al Hostal y nos esperáis para cambiarnos e ir a la carpa” Ningún problema… A esas alturas, ya éramos los amos de Valencia.

Más carpa. Esta vez estaba a rebosar. Hasta que se acabó el kalimotxo. Ya eran las 19h30 así que empezamos la kalejira hacia Mestalla. Espectacular riada hacia el campo con las calles cortadas. ¡Ambientazo, cánticos, ondear de banderas y bufandas,…! De camino, los bares no tenían cerveza (vaya fama que hemos dejado). El Consum y el Mercadona tenían las estanterías de la priva como cuando anuncian un tornado en EE.UU.

Por fin, accedemos al estadio. Se respira futbol… pero sobre todo emoción. Ganas, nervios, tensión, miedo, alegría, esperanza… toda una zarzuela de sentimientos puros.

Primer gran momento: Empieza el himno. La pitada es de tal dimensión que es imposible escuchar el himno, hasta el punto de que la gente no sabe si ha acabado el himno para dejar de pitar. Algunos estaban dados la vuelta y entre estos algunos estaban con los pantalones bajados. Todo lo que he oído/leído por boca de las autoridades es MEN-TI-RA. En cualquier caso, 50.000 personas conocemos la auténtica realidad.

Segundo gran momento: ¡Gol de Toquero! Empezaban las analogías con Endika y con aquella última Copa ganada. Alegría desbordada!… desparramada a cubos por la grada (diría yo)! Lo más difícil estaba hecho (creíamos) y en ese momento el Athletic era campeón de Copa. Y así hasta pasada la media hora. Ánimos y cánticos sin parar.

Tercer gran momento: Gol de Touré. Bajón momentáneo, pero… de nuevo ánimos y cánticos sin parar. Descanso. Los únicos momentos de relax, con el bocata, comentando lo visto. Comentando lo vivido.

Cuarto gran momento: Gol de Messi. Sensación de que era casi imposible. El Athletic no había hecho nada más que el gol. Ánimos y cánticos sin parar.

Quinto gran momento: El desenlace. 2 goles más en menos de 10 minutos. En medio, un lanzamiento de una lata impacta en la cabeza de Dani Alves, grandísimo jugador, mediocre persona… pero no merecedor de una agresión. La grada del Athletic identifica al agresor y se canta “Hau ez da gure estiloa”. Aplausos a la salida de Alves. De ahí al final, ánimos y cánticos sin parar.

Sexto gran momento: Final del partido. Cánticos y aplausos al Athletic… y al Barça!! No se movía ni un alma. Y así mientras los jugadores daban las gracias a sus respectivas aficiones... y mientras recogían los trofeos... y de nuevo mientras agradecían a sus aficiones. Y aquí viene lo diferente. Piqué se acerca al fondo del Athletic aplaudiendo a la afición rojiblanca. Es correspondido y se empiezan a acercar otros jugadores blaugranas. A su paso, la gente se levanta, les aplaude y les tira ikurriñas y bufandas del Athletic. Los jugadores las recogen, se las atan, las enarbolan y aplauden a la afición. Momento precioso de deportividad en el que yo creo que el Barça reconoce el mérito y la valía de la afición rojiblanca, sin ninguna duda, la mejor de la Liga. Intuyo que los jugadores del Barça no habían vivido nunca nada igual.

Abandonamos el campo. Caras largas. Reencuentros con los colegas. Y una frase sobresale: “El Barça es, posiblemente, el mejor equipo del mundo y, tal vez, de la historia… pero queríamos ganar”. La mitad de la gente se marcha para el hostal. Algunos vamos a la fiesta del Athletic en el Pachá (ya teníamos las entradas compradas), sin muchos ánimos y bastante cansados. La tensión, la emoción, la adrenalina, la tristeza, nos habían dejado vacíos.

Jueves 14: Por la mañana recuperamos parte de nuestra animosidad. Joder! Por algo somos de Bilbao, aibalaostiatú! Risas desayunando. Algunos comprando naranjas en el Mercat Central. A las 11h00 nos despedimos del Jordi, de l'Anna y del Pasti (pastelero) y cogemos coche. La salida de Valencia… espectacular! Dando la nota con las banderas y con los comentarios de la gente que estaba a nuestro lado en los semáforos. En carretera, el 50% de los coches llevaban algún motivo rojiblanco. Como nosotros, con la bandera enganchada en la ventana, que le dió a Txerra por bajar la ventana y salió volando. Cuando la dábamos por perdida, miramos para atrás y resulta que la llevaba Aitor pegada en la rejilla frontal de su coche. Descojono!

Paramos en Calamocha y comimos un menú. El camarero no nos entendía a los que peor teníamos la voz, léase Aitor, Natxo, Astorga y yo. De vuelta a la carretera, un par de paradas de emergencia para vaciar el organismo de cualquier residuo de origen valenciano.

Llegamos a Romo. Despedida. Abrazos sinceros. Sabemos lo que hemos vivido.

Termino con lo que nos dijo un taxista: “la imagen que habéis dejado en Valencia no se va a olvidar nunca”.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas en lo cierto cuando afirmas que esta final será inolvidable.
Sana envidia para los pobres que nos quedamos en Bilbo.
A la proxima me apunto para poder formar parte del clan "hermanos de valencia" ja,ja,ja...
Saludos.
El conde

Iñigo dijo...

Y yo que pensaba que en Romito lo habíamos pasado de lujo, que envidia. El año próximo más y seguro que mejor. ¡¡¡Aupa afición!!!!